23 agosto 2011

Fadel Jalifa trae a Almería la vida cotidiana del pueblo saharaui (Ideal)


El Patio de Luces de la Diputación acoge hasta el día 19 la exposición 'La vida en el exilio del desierto' con un estilo y unos colores «de arena del desierto»

Ideal 09.08.11 I-F. A | ALMERÍA.

'El descanso del camello', 'La puerta del Sáhara', 'Depósitos de agua', 'La jaima saharaui', 'La tienda', ' La tetera', 'Paisaje de Tires', 'La danza saharaui', 'Regreso', 'La resistencia de la mujer saharaui', 'La construcción en los campamentos', 'Rosa del desierto', 'Las mujeres con batanas'... Esta amplia relación de títulos es suficiente para demostrar la conjunción entre arte e ideas, entre expresión artística y manifestación reivindicativa. Se trata de la exposición 'La vida en el exilio del desierto', que el pintor refugiado saharaui Fadel Jalifa Alí presenta hasta el día 19 en el Patio de Luces de la Diputación. La muestra está organizada por la Asociación de Amigos del Sáhara de Almería con la colaboración de la Corporación Provincial y coincide con la llegada de los niños saharauis dentro del programa Vacaciones de Paz.

«Sí, mi temática se centra de una manera exclusiva en la cultura saharaui en general y en la vida cotidiana de los campamentos de refugiados más en concreto», reconoce el propio pintor. «La única referencia que tengo en la mente a la hora de pintar es la situación del pueblo sahararui. Ningún profesor puede enseñarme nada en este aspecto. Es una realidad que nació conmigo y que llevó dentro de mí a lo largo de mis 43 años de vida», añadió para matizar inspiraciones e influencias.

Fadel Jalifa Alí sostiene asimismo que el estilo por el que se ha inclinado, en el que se mezclan elementos realistas, pinceladas bravías, visiones personalísimas, detalles románticos y hasta huellas naif, es el que aparece con una mayor idoneidad para la temática que refleja. Se trata de uno de esas creaciones en las que el tema impone el estilo y que el contenido determina las pinceladas.

Etapas

Y no queda ahí la relación entre pintura y mensaje, entre reflejo de una realidad y denuncia de una situación. Afecta también a los colores que dominan en su paleta. «Está claro para cualquier persona que se pare a contemplar estos cuadros que los colores que consigo son colores del desierto, los colores de la arena», precisó el pintor refugiado saharaui. En estos momentos, y gracias entre otros motivos a sus propias exposiciones, dispone de materiales y de medios para llevar a cabo sus creaciones.

En otras etapas precedentes, Fadel Jalifa Alí, ante la ausencia total de tales recursos, tuvo que recurrir a pintura de reciclaje o pintura de arena, entre otras estrategias, y que en cualquiera de sus trabajos expuestos puede distinguirse y vislumbrarse las influencia de esos tiempos anteriores, que el propio artista data con los momentos en los que volvió a los campos de refugiados después de sus años de estancia en Cuba y de estudio de Bellas Artes en La Habana. «Allí, en el desierto no tenía materiales, ni medios, ni elementos para pintar», recuerda. Han pasado ya más de diez años y la realidad, aunque dura y pobre, ha cambiado.

Con la ilusión como base, con el amor a su pueblo como fundamento y con el criterio de sacar hasta de donde no hay, Fadel Jalifa Ali ha logrado crear en los mismos Campamentos de Refugiados una escuela de artes plásticas, en la que 25 alumnos aprenden técnicas de expresión que, al igual que en su caso, conjugan la posibilidad de sacar afuera su creatividad y la ayuda para superar la dureza del entorno en el que viven. La mitad de las ventas de sus cuadros, que se han expuesto en Alemania, Francia, México, entre otros países, se destina al mantenimiento de la escuela.

Religión

El trabajo realizado hasta el momento, el que lleva a cabo actualmente y el que tiene previsto como horizonte, aparte de en ese amor a su pueblo, se basa en su postura según la cual cree que «la pintura es un don con el que nací y que ha crecido conmigo». Fadel Jalifa Alí dejó un hueco para señalar la incidencia que ha tenido en ese trabajo y en el de los demás artistas saharauis la religión al no aceptar «este tipo de arte» porque «el Libro Sagrado no admite la figura humana». La intervención del Frente Polisario -según precisó- parece ser que ha sido útil para vencer tal obstáculo.

10 agosto 2011

Fadel Jalifa: "Lo más amargo es la vida sin amigos, no la vida en el desierto"

"Lo más amargo es la vida sin amigos, no la vida en el desierto"

La exposición "La vida en el exilio del desierto" se puede visitar en Diputación hasta el 19 de agosto

ELALMERIA.ES C. L. / ALMERÍA | ACTUALIZADO 09.08.2011 - 01:00

Fadel Jalifa Ali es pintor. También es refugiado saharaui. Vive en Cataluña, pero ayer estuvo en el Palacio Provincial para inaugurar una exposición de oleos sobre la vida en el desierto. Al acto acudieron decenas de familias que acogen niños saharauis a través del programa Vacaciones en Paz.

La vida en el exilio del desierto es el reflejo de la vida en los campamentos de refugiados saharauis en Argelia. Hace 36 años, cientos de miles de saharauis viven en territorio desértico sobre suelo argelino. Su tierra, su país, está ocupado por Marruecos desde entonces. Los campamentos de refugiados saharauis son un refugio de solidaridad donde el tiempo discurre lento a la espera de un referéndum de autodeterminación que les permita regresar a su país.

"Estos niños no han conocido el Sáhara y probablemente muchos de sus padres tampoco" dijo con voz profunda Mohamed Saleh, el delegado saharaui en Almería, cuando se dirigió ayer al auditorio. Resaltó además el empeño que debe mostrar el Gobierno español como responsable del proceso de descolonización inacabado que llevó al Sáhara a ser una nación sin Estado. "Trabajamos para que no haya más Vacaciones en Paz, sino vacaciones en el Sáhara", aseguró.

Durante el acto de presentación de la exposición, tanto Fadel Jalifa Ali, como Mohamed Saleh y José David Iglesias agradecieron la entrega de las familias españolas y su solidaridad con las familias de los campamentos saharauis por acoger a los niños en verano.

Los cuadros de Fadel Jalifa Ali están a la venta y todo lo que se recaude irá destinado íntegramente a la Asociación de Amigos del Sáhara.

02 agosto 2011

Exposición del pintor saharaui FADEL JALIFA en Almería


La Asociación de Amigos del Sahara de Almería organiza una exposición de pintura del pintor saharaui FADEL JALIFA ALI.

La inauguración tendrá lugar el lunes, 8 de agosto a las 12.00h y podrá visitarse hasta el 19 de agosto, de lunes a viernes (10.00h. a 14.00h. y 17.30h. a 21.00h.) en el patio de luces de la Diputación provincial de Almería en la calle Navarro Rodrigo nº 17.

La Asociación de Amigos del Sahara de Almería se ha propuesto con esta exposición: "dar a conocer los secretos de la vida en los campamentos de refugiados saharauis".

Fadel Jalifa Alí

Nacido en 1966 con 9 años sufrió el abandono por parte de España del Sáhara Occidental y la brutal ocupación de Marruecos, donde las bombas de fósforo y napalm le causaron heridas cuyas cicatrices aún conserva.

Huyó a los Campamentos de Refugiados en Argelia.

Gracias a un Convenio con el Gobierno Cubano por el que los niños saharauis pueden cursar sus estudios en éste país, siendo muy pequeño, pudo viajar a Cuba y permanecer allí hasta licenciarse en Bellas Artes.

Tras finalizar la carrera regresa a los Campamentos de Refugiados donde con muchos esfuerzos y pocos medios, funda una escuela de artes plásticas.

En ella 25 alumnos y alumnas aprenden técnicas de expresión que les permite disfrutar de su creatividad y les ayuda a superar la dureza de su entorno.

Lo más destacado en él son sus acuarelas, ya que la liviandad de esta técnica le permite plasmar lo efímero de los Campamentos de Refugiados, donde se vive de prestado, todo es precario y está de paso…

Su sueño es volver a su país del que tuvo que huir hace más de treinta y cinco años.

En sus pinturas muestra la cotidianidad del desierto, en los que los días se suceden en una letanía constante…en una obligada espera.

Su obra no es sólo un reflejo de la vida en los Campamentos de Refugiados, sino que pone de manifiesto también la denuncia de esta situación.

Fadel expone con mucho lirismo la injusticia que arrastra el Pueblo Saharaui.

En palabras del propio autor:

“Creo que una pieza de este trabajo puede llegar a muchos corazones colgada en cualquier rincón preferido, permaneciendo más en tiempo y espacio, como un poema más que como un discurso político.

Nuestros pinceles lloran esta realidad que sólo vivimos nosotros y con la que nos enfrentamos día a día en nuestro largo exilio”